Pots escoltar un recital amb poetes consolidats al verger del Museu Marés, titelles a la Pl. Sant Felip Neri, un espectacle de dansa i poesia al Convent de Sant Agustí, ...
Avui he tingut ocasió d'anar a escoltar al gran Luis García Montero recitant alguns dels seus poemes, juntament amb Luis Alberto de Cuenca i Marta Pesarrodona. Tant García Montero com Luis Alberto de Cuenca aprofiten la quotidianeitat (es troben dins el moviment de la "poesia de l'experiència") per nodrir de paraules els seus poemes.
Només puc dir que he sentit una gran pau escoltant-los i poques vegades podem dir que, en una ciutat com Barcelona i vivint la vida que vivim, podem experimentar la tranquil.litat de les paraules. Per això, encara que només sigui una vegada a l'any, em reservo aquests dies per poder escoltar poemes en boca dels seus autors.
Us deixo un dels poemes més coneguts de Luis García Montero, m'agrada especialment perquè em fa pensar en el moment que visc o en d'altres que he viscut...
HABITACIONES SEPARADAS
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.
Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.
Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.
Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.
De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.
No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.
Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.
Está solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.
Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan sólo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.
Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.
Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.
Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros heridos del viajero.
De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.
No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.
Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.
Tiempo de habitaciones separadas.
1 comentari:
un poema esplèndid.aquest poeta és el que més em va agradar dels 3.
ens veiem.
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